Trastorno obsesivo compulsivo: una prisión mental

Trastorno obsesivo compulsivo: una prisión mental

El trastorno obsesivo-compulsivo es un trastorno de ansiedad muy resistente y difícil de abordar, que se caracteriza por la presencia de obsesiones y compulsiones. El trastorno se reconoce como tal cuando estas obsesiones y compulsiones ocupan gran parte del día e interfieren con la actividad cotidiana.

Pensar en la posibilidad de que algo que se teme pudiera suceder (obsesiones), impulsa al individuo a llevar a cabo acciones (rituales) con la intención de reducir la ansiedad y la percepción de tener un mayor control de la situación temida.

La persona con trastorno obsesivo-compulsivo utiliza estas reacciones para defenderse del miedo y principalmente de su sintomatología; Sin embargo, la constante repetición convierte la determinación de luchar contra el problema original en un trastorno mucho más grave, ya que tanto los rituales como las tácticas de evasión confirman el temor inicial, que a su vez aumenta más la necesidad de los rituales y/o estrategias de evitación y así sucesivamente.

Lo que a corto plazo parece ser una liberación se acaba convirtiendo en una prisión para el individuo.

Si utilizar todos estos mecanismos de alivio a corto plazo nos mantiene en el problema, el abordaje terapéutico del trastorno estará orientado a facilitar herramientas de manejo de la ansiedad y afrontamiento de los pensamientos temidos, para poder desvincularse con éxito de  las estrategias de evitación, la solicitud de seguro, ayuda y protección y la realización de rituales.

Desde IMPASSE PSICOLOGÍA ofrecemos un tratamiento eficaz que integra diversas técnicas y corrientes como estrategias de afrontamiento: psicoeducación, abordaje de pensamientos catastrofistas, focalización de la atención (Mindfuness), auto-instrucciones positivas y exposición con prevención de respuesta, entre otras, con el fin de ayudar a la persona a conocer la naturaleza de su ansiedad y dotarla de herramientas y recursos para manejarla. La persona vive la experiencia concreta de la liberación de las compulsiones, obsesiones y sobre todo del temor.

La prevención y detección del trastorno pasa por prestar atención a determinados signos de nuestro comportamiento o el de nuestros seres queridos.

Necesitaremos ayuda cuando una conducta o actitud comience a percibirse como inevitable e impulsiva y nuestra necesidad de control se convierte en una presencia constante e incómoda.

María Luisa Hita Pedrosa. Artículo publicado en el Blog de IMPASSE Psicología.

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